julio 30, 2010

Que nada me cambie


Yo -ya lo he dicho- crecí con la música de los Hombres G; por ellos conocí a El Canto del Loco. Cuando escuche “Insoportable” por vez primera, de inmediato me parecieron herederos -dignos- del pop que ofrecían los Hombres G en su momento de gloria -mira si lo hubo-

Con la música de El Canto del Loco ocurre algo desconcertante: su obra suena muy similar a las melodías pop que escuchamos, cantamos y bailamos los jóvenes que vivimos en las noches de los años ochentas -escuchar las versiones de "Escuela de calor" & "Chica de ayer"-. Sin embargo, si pones un poco de atención, notarás que la creación musical es única y extraordinaria. Lograron un sonido propio con armonías en guitarras -un potente Mi bemol creado en la Telecaster de David-, con estribillos sencillos y "coreables" en la voz de Dani, un discreto y perfecto bajo en los dedos de Chema y -algo que me gusto desde siempre- una potente y profunda cimentación en el bombo de Jandro iluminada por los oportunos destellos en el crash. El teclado muy discreto. Lo digo así: sin Jandro en la batería la banda pierde potencia.

Muchos dicen que son “simples” y “ñoños” en sus creaciones musicales. Yo lo único que puedo decir es que me gustan y disfruto escuchando y tocando sus canciones.

Y así disfrutamos las canciones el sábado anterior en el Teatro Metropolitan. Una lluvia incansable caía por todos lados y durante todo el día en el D.F. Podríamos decir incluso que hacía frío. Pero una vez que se apagaron las luces y sonaron los primeros acordes la cosa ardía.

Que energía, que ganas de sobresalir, que sentir en algunas interpretaciones y que gozo derrochan estos chicos sobre el escenario.

Sencillos y enfocados a lo que verdaderamente importa en un concierto: las canciones. Todas redondas, todas llenas de emoción, todas con entrega absoluta a pesar de la deficiente calidad en el equipo back-line que durante toda la noche dio problemas. Pero el kilometraje que han recorrido estos muchachos les permitió resolver los inconvenientes técnicos con discreción e incluso con gracia -Dani no escuchaba en una de sus líneas de monitor. Luego; debido a lo grandes que eran los monitores, Dani estuvo a punto de caer hasta la primera fila al tropezar con uno de ellos. David “luchó” más de una ocasión con el enredo de su cable que le impedía llegar al centro del escenario desconectando los pedales en un par de ocasiones. Más tarde advirtió a un técnico que su stand de mic estaba flojo y pidió se lo arreglaran justo en el momento de su interpretación con “El pescao”. No lo dejaron bien y una vez que Dani lo tomó éste se desprendió y quedo en sus manos sin saber qué hacer, ni que decir- Inconvenientes que supieron manejar con discreción sin afectar el ritmo del concierto.

Momento cumbre el de las Natalias invitadas por Dani para cantar con él -una por vez- "Contigo" y "Una foto en blanco y negro" -grata sorpresa la Natalia del público-

Veníamos de escuchar y ver a Bon Jovi y no nos deslumbramos con la producción del concierto, pero si con la calidad y la técnica musical que hubo en cada canción. Incluso se animaron a tocar “Que te vaya bonito” de José Alfredo Jiménez; con muy buen tono.

Un gran concierto para una lluviosa noche de sábado. Lo malo, tantas chicas guapas por ahí y uno sin poder hacer nada. La que estaba a mi lado -guapa- no dejo de inquietarme con su mirada; yo no sabía si mirarla a ella o el concierto. Terminaron por imponerse las canciones.

Minutos después del concierto; bebiendo café para cuidar la garganta -el lunes siguiente no tenía vox-, le comentaba a mi amiga que tengo un blog y que escribo en él impulsado por una canción de El Canto del Loco: "Ya nada volverá a ser como antes". Dicha canción la escuche en un proceso DETOX -del que estoy graduado- y la adopté como estandarte del cambio que se producía en mi persona.

A partir de escucharla y tocarla tantas veces con la furia de un vencedor, me juré que nunca más dejaré que nada me cambié. Vamos, que si vuelvo a perder el rumbo no será por las mismas razones. Cualquiera puede volver a equivocarse; conmigo no será por los mismos labios, ni en las mismas situaciones.

Sea entonces la canción oficial de este nuestro BLOG.

GBo
Y ya que andamos de canciones:
"A, E, I, O, U... a mi boda fueron todas menos tú..." -menos yo-
Y ahora me vengo a enterar...
Un abrazo de amigos muchachos; que nada cambie ese amor!!!

julio 27, 2010

Difícil


Encontrar en otros labios la humedad de los tuyos
Buscar en otros ojos mi reflejo;
en otros cuellos tu aroma, mi locura

Pensar que será otra y no tú
Otras las manos;
otras las piernas

Otra la lengua que me nombre
Otra la espalda en la madrugada
En mi pecho, otros los cabellos

Difícil imaginarlo
A ciegas yo te quería
Mejor regar la tinta agraviando los renglones

Difícil -muy difícil-;
comprender que no eres para mí

GBo

julio 25, 2010

The Circle


Debía ser el mes de mayo; para octubre se anunciaba un concierto de Bon Jovi en el Palacio de los Deportes de la ciudad de México. Era el año noventa y tres. Dos boletos -acceso general- aseguraban nuestros asientos en “Keep The Faith World Tour” Mi hermano es sólo un año mayor que yo. Tendríamos diecisiete y dieciséis años respectivamente.

Sí, sí. Ya sé que van a sacar sus cuentas y asumirán que mi existencia se debe a un accidente, a un embarazo no deseado. No voy a negarles que yo también lo he pensado. En su día le di muchas vueltas al asunto; tal vez por la mínima diferencia de edades entre mi hermano y yo, o los nueve meses que dura un embarazo, o por algunos tratos que recibí en la infancia. No puedo negarlo, pero tampoco lo firmo. Ningún detalle de esos importa ya. Mi existencia -a día de hoy- puede definirse como placentera en más de un sentido. Diría, si es que tengo que decir algo, que mi llegada al mundo fue sorpresiva, no planeada y nada más.

¿Será por eso que detesto hacer planes?

Pero a lo que iba. En aquel año del noventa y tres, un amor potosino se me metió entre “Alma, corazón y vida”. Yo vivía a casi quinientos kilómetros de distancia de ella. Cuando estás enamorado cualquier distancia, por mínima que sea, es un infierno si no te encuentras al lado de tu amor. Así que; incapaz de soportar tanto espacio entre nosotros, empaque unos pantalones, unas playeras, unos casetes de Soda Stereo, uno de Guns and Roses y el de remixes de Hombres G y me fui de casa tras los brazos de esa chica -ella, según me dice, con frecuencia visita este blog-

En aquella huída de casa encontré mucha música, mucha amistad, muchas ganas de ser dueño del mundo. De las canciones de esos días recuerdo con mucho cariño “Te quiero” de Hombres G, entre otras cosas, porque una vez la cantamos Juan y yo a las puertas de un colegio con unas chicas bien guapas de San Luis. Nos aplaudían, nos sonreían, nos pedían otra y hasta nos regalaron unas monedas. Era el paraíso terrenal. También porque esa canción decía exactamente lo que yo estaba sintiendo y que nunca antes había sentido por ninguna otra mujer. La primera vez que me enamoraba…

Mi paraíso terrenal, como cualquier otro, duró dos segundos. El despertar estaba cerca. Tras una o dos semanas de estar por el norte del país, llamé a casa para decirles dónde me encontraba y comentar que estaba bien. También tenía planeado negociar un envío de dinero, pues los trescientos pesos con los que había llegado me los había gastado sin darme cuenta. Cuando decidí llamar a casa lo hice pensando que iba a contestar mi madre; quería escuchar su voz. Sabía muy bien que mi inesperada huída la estaría haciendo sufrir y eso comenzaba a incomodarme. Por tanto, quería darle un poco de calma aunque fuera por larga distancia y pedir el dinero que necesitaba.

Para mi sorpresa quien contesto el teléfono fue mi hermano. No supe qué decir y se me quebró la voz nada más escucharlo preguntar con gran indiferencia: “¿Cuándo vienes? ¿No vas a ir al concierto?”

¡En la madre! ¡El concierto! ¡Lo había olvidado! Sus preguntas y la indiferencia de su voz aniquilaron de golpe el diálogo que había planeado; apenas pude colgar la bocina de aquel teléfono. Sus palabras, eran las palabras que no quería escuchar: “¿Cuándo vienes?”

¡Si no pienso volver jamás! ¿Por qué estaba él tan seguro que un día tendría que volver a casa? Su pregunta fue luz de día. Era el final del sueño de vagabundear por el mundo para aceptar la irrenunciable realidad. Mi hermano ha sido mi primer amigo en este mundo y como buenos amigos nos damos consejos y además juntos fuímos a nuestros primeros conciertos de la vida. Esa llamada no la olvidaré jamás. Me dolió muchísimo no haber estado con él esa noche del Palacio de los Deportes y más me dolió cuando, años después, me dijo: “Aquella vez no fue lo mismo, me hubiera gustado ir contigo a ese concierto…”

"No importa por cuánto tiempo ni que tan lejos te vayas; la vida -tu vida- siempre estará esperando por ti…"

Por suerte la vida me daría más oportunidades. Con los años he podido asistir a un número importante de conciertos. Casi en todos he querido estar por mi propio pie y también he estado en algunos en los que hubiera no querido estar. A pesar del número, en sólo una ocasión he escuchado un concierto bajo la lluvia. Fue con Bon Jovi en el Foro Sol en la gira “Crush” del año dos mil uno. Karlita estaba conmigo y éramos un par de enamorados inseparables. A todos lados íbamos juntos. En ese concierto además de lluvia hubo mucha emoción y una entrega total de los músicos que terminaron igual de mojados que todos los que estábamos de pie presenciando. Tras el concierto entendí que Bon Jovi y su banda tenían muy claro que cada uno de sus discos tenía que ser mejor que el anterior. Por lo tanto, las giras también. Cada gira venía creciendo en el sentido musical y tecnológico. Sospecho que van por el camino de los Rolling Stones y con la clara intención de superarlos. Esa noche mi hermano tuvo la oportunidad de estar en Backstage antes del concierto y Onstage durante. Su primera vez en un escenario de ese calibre fue también mi primera vez. Me lo contó todo, yo le había pedido que pusiera atención en cada detalle. Así fue como comencé a documentarme sobre toda la logística que implica un concierto. Y de ahí cada vez pongo más atención y, por tanto, en algunos conciertos me sorprendo gratamente y en otros me decepciono. Culpa casi siempre del equipo de audio que no tiene palabra.

Un círculo no tiene ni principio ni fin. Es así como he querido contarles esta historia. Mi historia con Bon Jovi, por el contrario, si tiene principio y quise compartir un poco de ese principio con ustedes. El fin sólo pido que no llegue pronto, por que pedir que no llegue nunca sería una exageración.

Es verdad que este año ha sido lleno de conciertos de gran calidad. Sin embargo, lo de este miércoles en Rogers Centre, no tiene nombre. La banda Bon Jovi se pronuncia con mayúsculas y de pie. Son una banda mil estrellas. Dueña del oficio, de la técnica, del management, del showman, del teamwork, del entertainment en su máxima expresión.

Es un cielo muy alto al que pertenecen estos chicos de New Jersey. Sus veintisiete años de trayectoria son evidentes a la hora del performance. Saben hacernos cantar, gritar, bailar, emocionarnos y reventarnos los oídos con su potente show. Contagian porque ellos, todos ellos, disfrutan cada una de las notas que van saliendo de sus cuerpos o de sus instrumentos. A ojos cerrados saben hacer lo que a cada uno le corresponde y lo complementan con el que a su lado está. Momento cumbre de la noche con "It’s my life" y sus potentes bajos & "Someday I’ll be Saturday night" y el feliz matrimonio entre el ritmo de la guitarra acústica de Jon y el profundo riff en la Stratocaster de Richie. Lo inusual -muy grato- de la noche fueron los covers del repertorio. Y más grato haber estado al lado de mi hermano en este concierto.

El forecast dice “Lluvias constantes en la ciudad de México” Esta vez el servicio meteorológico nacional debe tener razón, llevo más de tres horas esperando tomar mi vuelo que se anuncia con retraso. El café, el rediseño del blog y las palabras que escribo hacen agradable la espera. Me siento satisfecho con el resultado y pienso que aproveche de buena manera el tiempo. Finalmente abordamos y llego a la fila de mi asiento que es el 14F. Cena en el vuelo y algo de lectura. A nuestro arribo, con toda seguridad, una ciudad de México inundada. Cómo sea, nos vemos en casa.


GBo







julio 22, 2010

Un Descuido



Tú lunares;
yo mi olvido

Tú tan mujer;
yo tan niño

Afrodita;
ardiendo en la cama

Chipi-Chipi;
mancillando la guitarra


GBo

julio 17, 2010

Tajabone


Otra vez Manuela a Esteban; Barcelona city; mamá Lety...

Otra vez los trenes, los aromas de la infancia, los amigos, los primos -as-, los cantos de puerta en puerta…


Ta, tajabone de nuy tajabone
Ta, tajabone de nuy tajabone

Abdu u iambaar gniari malaykala

Ch'awé étchiko daan si séroo
Muomu muhnila degëm du lingaan
Muomu muhnila degëm woor nga-am

Ch'awé etchiko daanu si seroo
Muomu muhnida degem du lingaam
Muomu muhnida degem woor nga-am

Tajabone de nuy tajabone
Tajabone de nuy tajabone

Wou leij Wou leij
Wou leij Wou leij

Abdu jambaar gniari malaykala
chico woley juge daanu si sero

Muhnila degem du linga'n
Muhnila degem woor nga-am

julio 08, 2010

Quem é?

Quem é que não sofre por algúem
Quem é que não chora uma lágrima sentida
Quem é que não tem um grande amor
Quem é que não chora uma grande dor

Quem é que não sofre por alguém
Quem é que não chora uma lagrima sentida
Quem é que não tem um grande amor
Quem é que não chora uma grande dor

Deus, meu Deus
traga pra junto de mim
Esse alguém que me faz chorar
que me faz sofrer tanto assim

Deus, meu Deus
tenha piedade de mim
Faça com que ela volte
viver sem ela será o meu fim

Viver sem ela será...
O meu fim