noviembre 22, 2009

Paripé


Pese a que un día -no sé cuál- nos tomaremos del brazo para siempre; hoy sólo vamos haciendo el paripé. Cómo negarlo; me gusta, me seduce… Cuando la busco no la encuentro; cuando me escondo me abraza tan fuerte que duele… Siempre me amanece a las doce de la noche; donde algo empieza, donde algo termina… A horcajadas monto este caballo de la vida; presurosos rasgamos el camino sin frenos ni bridas… Otras -las menos- torpemente galopamos, de rodillas vamos… Por flaca, por inevitable, por pálida, por paciente he aprendido a amarla, a desearla… Pero caprichosa como eres te doy la espalda; no será lo que tú quieras, flaca de mi vida…
Cierra tus ojos; deja mi fe… No borres mi sonrisa; devuélveme el reloj, cuelga el sombrero…

noviembre 17, 2009

Puente -musical-



En una canción se llama puente musical al fragmento que, por lo general, precede al coro. Une -porque los puentes unen- al verso con el coro con la noble labor de preparar el oído para el momento cumbre de la canción. El puente es ese momento que está entre los versos y los coros. Los versos de una canción son como las caricias de los amantes -timón de mando- y el coro es esa mirada final, momento de más luz... -destino-

¿Qué porque les digo todo esto? Pues resulta que este puente del 16 de noviembre me resulto fastidioso. Según leo en el periódico de esta mañana, el puente sirvió para unir a las familias mexicanas y ponerlas a todas juntas en la costera Miguel Alemán. Allá estaban todos gozando de la vida. A mí, en cambio, el puente no me unió con nada, ni con nadie, ni me comunico, ni me preparo para el coro. Si, es verdad, la culpa ha sido mía por mi deseo de encerrarme. No quería ese calor, no quería ese gentío, no quería nada…

Ocurre que momentáneamente perdí las ganas de vagabundear y decidí quedarme en casa para lograr dosis abundantes de tres cosas que amo: leer, beber café y tocar la guitarra. En este último punto favor de incluir mis aullidos al intentar cantar lo cual también disfruto; más entiendo, pobres vecinos…

Total que en plan hogareño dediqué mi tiempo de la noche del viernes a buscar la música de algunas de las muchas canciones de Lennon que aprenderé. Encontré las canciones, las leí, las escuché, las entendí mejor que la última vez que las había leído y exclamé “Jhony eres Dios…” Mucho se ha dicho sobre la sencillez musical de los Beatles. Opinión que comparto, pues con tres acordes hacían lo que muchos no podemos hacer con la escala completa… Esa sencillez -que no implica que sea fácil- Lennon la destruyo en su etapa solista y nos dejo un montón de canciones con acordes sencillos; pero con unos arreglos que ni el mismo Dios podría poner a una canción… Y a eso súmenle el talento que tenía el flaco para eso del ritmo… Lo dejan a uno en calidad de inútil -ahora sí- y con la guitarra medio afinada…

Pero bueno; los vecinos no estaban y la guitarra ya estaba conectada así que a rasgarle… La noche del viernes, el sábado entero y parte de la mañana del domingo transcurrieron entre hojas de Pérez-Reverte, sobredosis de café -aroma vainilla- y canciones de Lennon.

No estaba en la playa y tampoco comí pescado a la talla; pero la casa era el paraíso. En el camino se sumaron algunas canciones de El Canto de Loco que hace tiempo me hacían cosquillas ¿Qué si me gusta ECDL? ¡Pues claro! Ya sé que es un grupo que en su mayoría sólo gusta a mujeres; pero -sin confundirnos- a mí también me agrada. No sólo me agrada, los admiro. Tienen mucha caña en los directos; pero sobre todo tienen una extraña afinación en su guitarra que me pone loco -Canto del Loco-. Cómo me gusta esa guitarra, cómo me mueve. Por eso me estoy estudiando las canciones y su potente afinación de Mi bemol.

Todo iba bien; pero un arranque precipitado el domingo por la mañana hizo que mi brazo izquierdo acusara dolor. Seguramente fueron esos acordes tan largos que escribió Lennon, seguramente fue el ímpetu de estar tocando en plena libertad -los vecinos no estaban acuérdense- o -como sospecho- fue el hecho de no haber calentado y exigir en frío lo que no debo exigir. La fiesta se acabo ahí... El resto fue leer, ver pelis que tenía guardadas -que putada lo del Niño con el pijama a rayas- y seguir escuchando a Lennon.

El lunes -como todo lunes- pasó sin pena ni gloria, pero todavía con algo de dolor. No hubo mejor analgésico que saber que el martes a primera hora era tiempo de correr e ir a buscar Vinagre y Rosas. Pero así como los lunes tienen mala cara; los planes carecen de palabra. Amaneció, mi brazo estuvo mucho mejor -por la mañana estuve tocando- y apenas pude me fui a buscar el nuevo CD de Sabina.

Recuerdo que la última vez que estuve en ese Mix up, fue para recoger los boletos del concierto de Calamaro en la Condesa. Luego el tipo que me daba los boletos me tomó la mano y me preguntaba si lo invitaba al concierto y qué sé yo… Y como le dije que no; seguramente se grabó mi cara para una futura venganza y -quién me lo iba a decir- hoy fue el día de su venganza. En esa tienda -y supongo que en todas- no saben nada del disco. Y si lo saben estoy seguro que lo escondieron y se callaron con tal de joderme ¿Fecha? ¿Versiones disponibles? ¿Conciertos en México? Nada de nada. Y luego se quejan de la piratería. El disco ya está circulando en internet; pero a mí me importa tener algunos discos en original y leerlos, escucharlos, palparlos, y cuidarlos por todas las alegrías y los bellos momentos que me brindan. Los discos de Sabina son tesoro personal y en cada lanzamiento es como ir a conocer a tu sobrino recién nacido, tomarlo en tus manos, manejar de regreso a casa y ya instalados disfrutar el momento...

Pero maldito sea el Mix up y el presidente de Sony México. Y eso que no nos han dicho que sólo estará disponible la versión sencilla; pufff… La opción de comprarlo en línea o ir por él al Corte Inglés siempre es consuelo –absurdo, sin suelo; pero consuelo-

La venganza existe como existe la justicia divina. No encontré lo de Sabina; pero encontré tres discos de ECDL. Extraño para el mercado mexicano, pero ahí frente a mí estaban el directo de Sala Oasis, 12 estados de ánimo y Personas. A pesar de que los tengo todos en digital, no dude ni un momento, los tome en mis manos y manejé regreso a casa. Éstos son el tipo de discos que habitan mi colección. Sobre todo por el pedazo de disco que es 12 estados de ánimo -habrá que abrir de nuevo el DSM IV y comprobar de qué estados están hablando-, el disco de Sala Oasis es de una potencia que se te ponen los cabellos de punta y, para mi sorpresa, incluye un DVD. El disco Personas es de una madurez en la composición y una claridad como humanos que hace que termines por abrir tus oídos y tu corazón a estos “chavales

Así pues, es martes por la noche y ahora entiendo el puente musical entre la noche del viernes y éste momento. Justo me preparé un café, la guitarra está afinada, mi brazo está pidiendo acordes y estoy gozando de Tal como eres con una alegría y una dicha que ni el presidente de Sony ni el vendedor de Mix up me podrán arrebatar.

Así es muchachos: Sin vinagre; pero con muchas rosas… “And so, dear friends, you’ll just have to carry on…”

Bis:
Moni, no pude decirlo antes, pero te lo digo ahora. Gracias por estar aquí, gracias por leerme, por seguir ahí. Lujo de bien pocos; guapa!!!

GBo



noviembre 09, 2009

La Tortura


No, no se asusten. No voy a hablar de la canción de Shakira. Aunque, si el tema es la tortura, tal vez encontremos en ella -todita ella- algunos ejemplos. El tema, les decía, no es la canción; sino la exposición de Instrumentos de tortura y pena capital que se está exhibiendo en el Palacio de Minería del DF.

Allá fuimos la tarde de domingo. Durante el camino conversamos sobre las razones que podían -pueden- llevar a una persona a ser torturada. Nuestra visión e imaginación alcanzó situaciones como una ideología política, un amor oculto que dejó de serlo -¿infidelidad?-, una falta social como un robo, asesinato, secuestro, la falta de fe en un Dios, una desobediencia divina o gubernamental, una gran afición al trago o -cómo más tarde lo descubriría lleno de terror- el pésimo desempeño de un músico con su instrumento… Dios -el que sea, el que pueda- nos libre...

Las razones -las nuestras- seguramente se quedan cortas. Debe haber un millón de “motivos” para que aquellos que deciden el destino de las personas puedan acusar a éste o aquel de haber cometido una falta y por tanto… ZAZ, su vida!!!

El egoísmo es condición del ser, precio de la existencia, regalo celestial -el que sea-. Ver tal derroche de creatividad al momento de planear todas esas formas de causar dolor es digno del mayor desprecio y muestra innegable del egoísmo humano. Y para ir más lejos: están en exposición de museo!!! No words needed…. -nwn-

No creo que el momento intelectual - emocional de los habitantes de esta casa -ni de ninguna otra- necesite, como pieza de museo, este tipo de exposiciones. Si bien la idea del castigo causa dolor al pobre diablo que lo tiene como destino fatal; debe impactar también -debería- a los curiosos testigos que presenciaban el acto ¿o será que al primer acto te vas de rodillas y a tu décima ejecución eres un gran aficionado? Es una putada… -nwn-

O a poco no se han puesto a pesar en lo fácil y natural que es hablar de armas, secuestros, asesinatos, robos, violaciones -de todo tipo-, atrocidades, bajezas -esa era la frase preferida de una ex que cada vez que me veía con novia nueva me decía “que bajo has caído”-; en fin violencia por doquier. Sin hablar de las señas y ofensas que repartimos en el camino a casa, escuela o trabajo… -nwn-

El tema es que NO estoy convencido sobre un anuncio que en la muestra decía “Hoy día poco podemos hablar de tortura… es una práctica del pasado...” al leerlo me asusté. Más luego de leer tres o cuatro descripciones y ver la redacción de la muestra -tortura infame, words are needed now-, imaginé que la persona que escribió tal afirmación entiende por “tortura” algo muy distinto a lo que su propia obra expone… A lo mejor ese redactor SI está hablando de Shakira y su canción y sea un reconocido locutor de radio que afirma que “de la tortura hoy ya no se habla…” -nwn-

Pienso que SI -claro que si- que la tortura existe en nuestros frenéticos días. Incluso existe en mayor escala y con peores resultados. Allá en una esquina había una jaula en la que las personas, por alguna falta, eran encerradas hasta morir de inanición o sepsis. En el mundo -contrario a lo que la persona que escribió la muestra opina- hay muchas esquinas con jaulas como esas que sirven para torturar… ¿No me creen? Dense una vuelta por Oaxaca, Chiapas, Guatemala, Sao Paulo, Cuba, Honduras, Guatemala, Medio Oriente y básicamente cualquier frontera de un país pobre con un país desarrollado por vecino -México incluido- Claro son jaulas más grandes y, por tanto, más brutales… Una mierda si no se va hablar de tortura en nuestros días… -nwn-

Además, la tortura no se limita al dolor físico o a la perdida de la vida. Hoy -y siempre- es más cruel, más sutil: la tortura puede ser un grito o un silencio -o los dos-, puede ser una frase dicha, puede ser una palabra, puede ser que esa boca no diga nada, puede ser un adjetivo, una acción, un mail, una llamada, una caricia no recibida, un abrazo que no termina de nacer. La tortura se encuentra en el olvido, en la envidia, en el egoísmo de no ayudarnos, en los celos, en el menosprecio. La tortura se encuentra en la dependencia emocional y económica de miles de amas de casa. La tortura es cerrar puertas a la libertad de ser, existir, pensar -homosexuales, talibanes, fanáticos religiosos, desempleados-, algunas aulas escolares son tortura, algunos templos de la religión son tortura, algunas formas de “amar” se confunden y resultan tortura. La patria potestad es tortura para el infante que no decidió nada y no pide más que amor; una cama de hospital; un accidente; el cáncer; un gobierno, o cualquier gobierno…

A pesar de saber que la colección se encuentra de forma permanente en las oficinas de la PGR; la curiosidad y la tarde libre de domingo nos llevaron al Palacio de Minería. Si he sabido que la fila para entrar era tan larga; si he sabido que la cajera de la taquilla no se sabe reír; si he sabido que toda esa gente iba andar por ahí sin desodorante; si he sabido que el museo no era tan grande, si he sabido que no habían sido suficientes los aires acondicionados; si he sabido que la desaparición de Luz y Fuerza del Centro los había afectado al grado que la luz no alcanzaba a iluminar la sala; si he sabido que el escritor de la muestra ignoraba que una letra tan pequeña no la alcanzo a leer; si he sabido que toda esa gente había ido porque su “escuela” se los había pedido; si he sabido que era obligatorio llevar la libreta para anotar todo lo que estaba escrito y presentarlo hoy lunes en la clase… En fin, si he sabido no voy. Pero no tuve tiempo ni de quejarme, apenas estaba desenredando mi lista de quejas cuando fui frenado en seco: “Momento; no vas a un concierto de rock y pides que bajen el volumen ¿verdad? Si vas a lo de la tortura debes ir dispuesto a…” -nwn-

Luego, sentados en un chino para la comida, quise retomar el tema y fuí sorprendido con un: “no pude ADMIRARLO como me hubiera gustado” -nwn- sin pensarlo proteste y dije que eso no se admira ni de broma…

Pero guarde silencio, metí reversa a mi comentario y recordé que sí, que en verdad existe una posibilidad de gozo dentro del campo de la tortura. Así que me fui soñando con la posibilidad de escuchar el ansiado “perdón fue sin querer” o de lo contrario ZAZ!!!

Y me fui, me fui… Así soñando me fui volando y me olvidé del postre:

Paulina Rubio, Thalía, Ricky Martin, Lucía Méndez, Verónica Castro, Adal Ramones, Eugenio Derbez, El Gordo y La Flaca, Emilio Azcárraga Jean, Salinas Pliego, Carlos Slim, Paris Hilton, Kid Rock, Lady Ga-Ga, Cuauhtémoc Blanco, Pati Chapoy, López Dóriga, Locomia, Tatiana, AMLO, Fox, Salinas, Calderón, Manlio Fabio, los seleccionados de fútbol con todo y su playera nuevecita, los policías, los jefes delegacionales, Marcelo Ebrard, Elba Esther, José López Portillo, Luis Echeverría, Diego Fernández de Ceballos, Jorge Kahwagi, René Bejarano, los agentes de la PGR, los novios de mis ex, los esposos de mis ex, los padres de mis ex, los cobardes, los asesinos, los violadores, los secuestradores, Santiago Creel, Arturo Montiel, Peña Nieto, Norberto Rivera, Pancho Cachondo, Juanito, Díaz Ordaz, Gómez Mont, los que no leen, los que no estudian, los que me odian, los que nunca me querrán, los que no aplauden, los que no opinan, Enrique iglesias, Hugo Chávez, los que no sonríen, los que me olvidaron, los secretarios de hacienda, George Bush, Cristina, Don Francisco, José María Aznar, Mariano Rajoy, Barack Obama, Evo Morales, Laura Bozzo, La Tigresa, el novio de esa chica que estoy viendo ahora, los alumnos de la academia, los de American Idol, los de RBD, los reyes de los palacios, Daddy Yankee, Nigga, los guardias de reclusorio, los que venden el Risperdal, Francisco Pizarro, los funcionarios del IFE, el general Pinochet, las que sólo son guapas, los bestias, los que aman el fútbol, Corin Tellado, Dan Brown, Brad Pit, Tom Cruise, el señor Burns, la pálida dama, Lauren Postigo, Francisco Franco, Hitler, Islero, MD Chapman, el fortachón que le distrae la mirada a mis chicas, Paul Tibbets, la flaca que me borró la sonrisa, los que cantan ranchero y se tiñen el cabello, los que no me siguen, el cobarde del metro, los que miran para abajo, los que no dejen sus comentarios…


GBo

noviembre 06, 2009

Al Poliorama




La otra noche, fue la noche. Ligamos dos de gran calibre. Primero nos fuimos al Poliorama a la presentación de La Diferencia. Luego a la Sant Jaume a escuchar la gaita de Luar Na Lubre; pero de este segundo concierto platicamos en otro café; que bien lo vale.

No tengo el recuerdo exacto; pero hará al menos seis, siete años que mi amigo Luis González escuchó Vida d’un gat en radio UNAM y no dudo ni un momento -thxs again- en escribirme y recomendarme el hallazgo. Y allá fui, a buscar No Sento Molt, luego No sólo de rumba vive el hombre. El primer disco dejó el sabor que Albert Plá suele dejar en novicios oídos a su música. Una sensación de querer reír, pero también una sensación de total indiferencia. Más tarde; cuando llegué a la rumba de su propia mano -con ese disco que no olvido- la cosa cambio. Será que soy rumbero, será que no todo era Catalá, será que entendía mejor esas letras que se atrevían a decir lo que yo no podía decir; que me hacían comprender lo que me atormentaba, lo que no comprendía. Será todo eso o no será nada de eso -qué sea lo qué sea- pero ya no pude dejar de escuchar las canciones de Plá.

Porqué te fuiste Rosa mi vida? Porque te fuiste si yo te quiero? -Joaquín el necio- Estas preguntas me acompañaron algún tiempo junto con una entrevista en la que Almodóvar decía: “Cuando un amor termina hay alguien que decide irse y se va feliz; pero alguno de los dos se queda sufriendo porque no quería que el otro se fuera… No fué su decisión quedarse en soledad; sin su amor…” Lo declaraba por Carne Trémula en la que por cierto se escucha Sufre como yo con una intensidad que dan ganas de comerse el bisturí. Esa combinación Almodóvar & Plá continúa cautivándome. Par de dueños del surrealismo…

Las canciones son -deben ser- eso: Una oportunidad de decir lo que no podemos decir, lo que no sabemos decir. La puerta de salida de la oscuridad a la luz y lo contrario. Las canciones que me gustan así son. Las oyes y dices: “Claro, que razón tiene José Alfredo… Olé Peret, canta y sé feliz… Por supuesto, Virgilio lo tiene claro… Ese Dylan sabe lo que dice…” Así son las grandes canciones y así son los grandes compositores. Hacen arte a partir de lo cotidiano, de lo humano, de lo nuestro que también es de ellos. Y así es Albert Plá. La primera vez lo escuchas y dices ¿qué mierda es esto? Pero la segunda vez que lo escuchas lo entiendes mejor, a la tercera dices este tío me conoce y de ahí en adelante ya no te sueltas…

En fin, las canciones son ese lugar al que vamos en busca de alegría, de comprensión, de complicidad. Con ellas nos gusta cerrar los ojos y sentirnos comprendidos, escuchados -irónico-, huimos de la realidad para abrazarnos a nuestras canciones y ser felices… A mí me han arropado mucho, con ese frío que hace fuera:

Ay que bonito, el ambiente diurno en el polígono a las diez; me espera un chico frente a la SEAT que sabe hacerme muy feliz…

Y feliz me encontraba la otra noche en el Poliorama escuchando todos los temas de La Diferencia y algunos, muchos más… La diferencia es entrar por la puerta de salida y salir por la puerta de entrada; la diferencia es tocar rumba con la Stratocaster -y hacerlo bien-, la diferencia es dar un concierto sólo, sin músicos ni técnicos. Así estuvo Plá aquella noche: rasgando acordes y controlando las consolas de luz y audio él mismo. Y qué bien lo hizo. Nos marcó la diferencia para recordarnos que las canciones son lo único que importa cuando se va a escuchar música y están por encima de cualquier músico o instrumento. Hoy no se entiende muy bien eso, pero esa es La Diferencia....

Bona nit, que bona nit!!!


GBo