marzo 30, 2010

Llamada Infancia


Este abril me va a encontrar cantando a Sabina. Una bella combinación “Abril & Sabina” Lo que les puedo contar de los meses de abril... Lo que me ha pasado con las canciones de Sabina... Ay “Si las flores pudieran hablar…”

“Mejores tiempos vendrán” me dijo mi abuela un día lluvioso de abril. Hoy puedo ver a los ojos a los meses de abril; sin desfallecer, sin que me tiemblen las piernas. Hoy, no sé cuántos años después…

A cuestas llevo mis primeros treinta y dos; pido a la vida mis segundos treinta y dos. Para estar con mis amigos y llevar juntos los triunfos, los descalabros, los resultados de estos años. Para meternos el hombro cuando haga falta y desvelarnos de contentos todos los demás días que vendrán…

La víspera de abril me ha inundado de melancolía. Miro atrás y digo adiós “al niño que fui” Lo saben de sobra: siempre me he negado, siempre me he resistido a crecer. Yo no quiero dejar de ser niño jamás. Pero es inútil, el tiempo ha dicho “presente” y comienzo a ver lados de la vida que de niño ni siquiera habría imaginado ¿Quién nos dijo que era fácil? “Nadie nos prometió un jardín de rosas…”

Con “menos dos alas” no se puede volar. Caigo en los renglones de Ángel. Un foco se enciende iluminando una habitación hasta ahora desconocida. Renglones que subrayan el sentimiento de nostalgia mientras mi barca se aleja de esa playa llamada infancia…


GBo


Cumpleaños de amor
Ángel González & Pedro Guerra

¿Cómo seré yo
cuando no sea yo?
Cuando el tiempo
haya modificado mi estructura,
y mi cuerpo sea otro,
otra mi sangre,
otros mis ojos y otros mis cabellos.

Pensaré en ti, tal vez.
Seguramente,
mis sucesivos cuerpos
-prolongándome, vivo, hacia la muerte-
se pasarán de mano en mano,
de corazón a corazón,
de carne a carne,
el elemento misterioso
que determina mi tristeza
cuando te vas,
que me impulsa a buscarte ciegamente,
que me lleva a tu lado
sin remedio:
lo que la gente llama amor, en suma.

Y los ojos
-qué importa que no sean estos ojos-
te seguirán a donde vayas, fieles.


marzo 28, 2010

Crash -Sunday's Jam Session-





"De humanos es errar; de locos persistir en el error"
Cicerón

"Me gustan mis errores; no quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme"
Charles Chaplin


Contento estaba escuchando discos
Contento estaba pintando paisajes
Y contento estaba leyendo mis libros

Fue en un segundo, en un snif, en levantar la mirada
Tu pie dando un paso a mis ilusiones
Tu aroma llegando al centro de mi
Palabras al punto como un Do, Re, Mi

Siempre supiste que decir
Siempre supiste hacerme reír
El amor, ese tren que va tan lejos
Más allá de lo que debo llegar

Ese tren que no frena
Ese tren que desespera
Ese tren que no regresará

Ahora no encuentro tiempo para olvidar
Me sobran fotos, cartas, recuerdos
Me falta valor para caminar
Me sobran canciones para callar

Y con tanto tiempo
No te puedo -no te quiero- olvidar
Me despierto diciendo tu nombre
Pensando si hoy llamarás

Siempre supiste que decir
Siempre supiste hacerme reír
El amor, ese tren que va tan lejos
Más allá de donde debí llegar

Ese tren que no frena
Ese tren que enloquece
Ese tren que no regresará

No seré yo quien mande en mis emociones
Por un momento me siento seguro de olvidar
Para qué engañarte, preguntan mis amigos
Olvidarte será cosa de siglos

Imagino el mundo sin haberte conocido
No lo niego habría sido demasiado aburrido

Y lo dicho:

Tras un segundo, en un leve parpadeo
Levanto la vista, estabas tan cerca
Piso el freno tarde: crash


GBo

marzo 23, 2010

¡Cuac, Cuac!



Mary quiere un pato

Mary tiene un conejo

Yo le he ofrecido el pato a cambio de su conejo.


La propuesta fue con toda seriedad y nada descabellada -supongo-

¿Será que a mis treinta y tantos el hambre es principio fundamental superior a mis sentimientos?

¿Será que a sus ocho años Mary entiende mejor la amistad?

Yo no sé que será, pero Mary me dijo indignada:

“Qué te pasa, si al conejo lo quiero más que a ti… Y además, yo no me como a mis amigos…”


Mary me hace reír;

Mary me hace llorar;

Mary me hace feliz;

Mary es mi maestra...

El conejo seguirá entre nosotros


GBo

marzo 22, 2010

SATURDAY NIGHT

Rock and Roll night…

Last Saturday in Montreal…

“Hey man, I’m alive
taking each day and night at a time
I’m feeling like a Monday
but some day
I’ll be Saturday night…”



marzo 13, 2010

Y contando

Treinta días y contando para el encuentro...

Y está vez por el tequila que si nos tomaremos
Y está vez con mariachis
Y está vez por los “ojos de gata” que -Dios existe- en otros brazos ha encontrado lo que ya no le quiero dar…

Desde ya estoy afinando la voz para cantar los seis de mi ciudad y con suerte Aguascalientes y ya después la clausura en La Mercé…

“Esta tarde la plaza está que arde
Esta tarde comulga el más ateo
Esta tarde Joaquinito, Dios lo guarde
desenpolva la momia del deseo…"

J.S & me

marzo 10, 2010

No estabas ahí...


Nunca dejen pasar la oportunidad de ayudar.

Yo no lo sabía. No era consciente de mi responsabilidad. Pero hace tiempo lo tengo claro y lo acepto: mi función es ayudar.

Esta tarde tuve la oportunidad de ayudar y en un parpadeo la dejé escapar...

Ocurre que en camisas y corbatas tengo mis decisiones muy claras en cuanto a corte, telas, tonos. Al ser radical y no atreverme a jugar con mi imagen -es decir; aún más- tengo que elegir una tienda en particular para cumplir mis gustos y sin complejos portar el disfraz de oficina.

Así pues, llegaba esta tarde al Centro histórico a recoger lo que el sastre ya había medido y justo en la entrada de la tienda; del lado de los grandes y luminosos aparadores, alcancé a ver una guitarra rota amarrada a un costal. La señale y el dueño de inmediato me miro y movió la cabeza como diciendo “Si se rompió ¿Ahora qué voy hacer?”

Seguí mi rumbo y en el mismo instante en que entraba a la tienda iba pensando sobre las posibles causas que habían cometido tal daño: se le cayó, choco con algo, la pisaron, se sentó sobre ella, se la intentaron robar, se la encontró en la basura, todas las anteriores… Que alguien me lo diga ¿Qué ocurrió?

Primero fue la duda por saber que había pasado. Luego otra vez la mirada de ese señor apareció en mi memoria y comprendí la angustia y la tristeza. La guitarra es su forma de ganarse la vida y, tras irreparable pérdida, la cena de esa noche o el desayuno de mañana estaban en juego.

Lo que vi era una guitarra clásica rota por la cabeza. Una lamentable pérdida, pues esta “fractura” es tan grave como la del tobillo roto de un corcel. Es irreparable el daño, es inútil cualquier intento desesperado por tratar de repararla. Ni el maestro Nava lo podría hacer. En un instrumento de cuerdas -en la gran mayoría diría yo- la tensión es la clave de una buena afinación. A su vez, la afinación es la base de cualquier interpretación. Así que al romperse la cabeza de una guitarra la cosa está jodida -musicalmente hablando, claro- y sin posible solución.

De la misma forma que al caballo se le sacrifica cuando se rompe un tobillo, la guitarra con cabeza rota tiene por destino la basura. O bien, ser donada al museo de arte contemporáneo.

Me preguntarán: ¿Y todo lo demás no sirve? Les responderé: sí, si sirve pero sólo en partes. Nunca más para volverla a tocar.

Total que pensaba en todo esto mientras esperaba mis camisas en el mostrador. Vaya desgracia la de ese hombre -seguí pensando- Supongo que esa guitarra era su herramienta de trabajo. Todos tenemos herramientas para hacer nuestro trabajo. Sin ellas todo sería más difícil, tal vez imposible. Para convencerme del hecho, imaginé que la Srita que me atendía me declaraba en tono solemne: “Señor, lo siento mucho peros sus camisas y sus corbatas están hechas trizas; usted no tiene ropa para ir a trabajar”

Putsss... Como balde de agua fría vi mi lado más materialista y más vanidoso. Me sentí vil. Comprendí que eso de la tela, el corte, el color no es más que una estupidez de mi parte. En algún punto del camino juré que algo podía hacer por mejorar mi imagen y me dejé convencer por esos gurúes de la mercadotecnia que van por ahí pintando el mundo de rosa y alejándonos de la realidad.

Me refiero a la realidad que es nuestra, que nos pertenece, que nadie debiera tocar ¿Quién se creen que son para venir a decirme como debo vestir? A lo mucho consiento opiniones sobre la forma de quitarme la ropa, nunca sobre la forma en que debo usarla ¿Quién se creen que son porque saben un poco de marketing? ¿Se creen que el marketing lo es todo? ¿Y lo humano? ¿Y nosotros, los de carne y hueso, donde quedamos? Bueno, ya me estoy distrayendo.

Les decía que de golpe, cual cachetada llena de rencor, descubrí que he sido un tonto. Que soy absurdo por buscar mi ser, mi esencia allá fuera y no dentro mío. De la forma que hoy soy lo he sido y lo seré siempre. De la misma forma, con el miso corazón, con el mismo cerebro, con los mismos sentimientos, con y sin ropa. Todo en mi persona está hecho por la naturaleza y así me fue entregado. No fue tarea mía. Ningún mérito me corresponde. Fue misión mayor. Mi labor es cuidarme y cuidar a los demás por lo esencial, por lo que vale, por lo verdaderamente necesario, por la pura existencia, por la hermandad.

Escucho hablar de las redes sociales y me niego a participar ¿Porqué? Sencillamente porque existen en la teoría y nunca en la práctica ¡Yo también soy gran torero en el papel! En la realidad somos incapaces de darnos la mano, de regalarnos una sonrisa. Si por la calle le sonríes a alguien estás loco, eres un delincuente, eres homosexual o sencillamente buscas “algo más” Bah!!!

Otra vez me estoy yendo, continúo con lo que les estaba contando:

La culpa y la bondad me invadieron y decidí que aquella mirada de tristeza y preocupación por tener una guitarra rota no tendrían lugar mientras yo pudiera hacer algo ¡Esto no puede ser mientras Gabo este aquí! -me dije radiante- Y vaya si podía hacer algo.

Sin presumir de nada, pensé que tal vez me sobraba una guitarra que podría regalarle a ese hombre. Claro que estaba en condiciones de obsequiarla y dispuesto a hacerlo. Le pediría su nombre y dirección y mañana mismo le haría llegar una guitarra. Pero ¿cuál de todas? La verdad es que todas me sobran y ninguna me falta. No tengo una ni dos ni tres. Las guitarras que tengo son únicas por el momento en que han llegado y por los momentos en que hemos tocado; pero con franqueza y humildad confieso que no son mi medio de vida. No es la forma en que podría llevar pan a mi mesa. Para mi desgracia, no tengo ese arte.

Ignoro si el caballero tenía el arte. Pero estoy seguro que tenía el valor, la necesidad y las ganas de estar en vía pública armonizando el ambiente. Él necesita más una guitarra de lo que yo la necesito para llenar mis huecos y mis noches.

Como rayo vino a mi memoria una frase recién leída en alguna parte:

“La bondad no consiste en dar lo que nos sobra, sino en dar precisamente lo que nos falta”

A mi me sobra la guitarra y me falta el arte. El trato estaba hecho; no necesitaba más argumentos para convencerme.

Pagué mi nota, agradecí la atención al personal de la tienda, me despedí de la Srita, tome mi pedido y me encaminé dispuesto para acordar los “términos” de la entrega con el señor de mirada triste:

Mi sorpresa fue grande y sentí una gran culpa:

Al salir ya no estaba ahí…


GBo

marzo 08, 2010

¡Y las Chicas!


¿Quién está preparado para ser un chico abandonado?

Desde las manos que consolaban los golpes de la bicicleta; hasta las manos que nos ofrecen amor cuando las cosas no marchan bien. Por el beso en la frente antes de ir al cole. Por la paciencia a la hora de las planas. Por los lágrimas de los primeros logros. Por los desvelos. Por el amor. Por la esperanza. Por la ilusión. Por el aguante. Por las horas en la cocina ante el anhelo de vernos crecer. Por el regalo más grande...

Gracias a las mujeres estamos, nos quedamos, crecemos, tenemos consuelo y ternura. Ellas son el umbral que cruzamos para llegar aquí. Los brazos que nos sostienen. Los labios que nos hacen soñar. La mujer es el diccionario del silencio. Con ellas podemos hablar y comprenderlo todo sin decir una palabra. Sin ellas el fin es inevitable...

A las más sabias. A las más tiernas. A las que están aquí. A las que se fueron. A las que no quisieron volver. A las que vendrán. A las que se dedican a sus hijos. A las que van a ser mamás. A las que me siguen queriendo. A las abuelitas. A las que nos alimentan. A las que nos visten. A las que nos desvisten. A las que nos quitan el sueño. A las que no nos dejan dormir. A las que extrañamos. A las que queremos. A las que quisimos. A las que nos llaman. A las que borran nuestro nombre. A las que escriben. A las que leen. A las que callan. A las que gritan. A las que nos empujan. A las que nos sujetan. A la que no olvidaremos jamás. A la madre mi hijo…

Hoy las aplaudo. Hoy las saludo. Hoy me pongo de pie para decirles “gracias por todo”

¡Un abrazo grande hermosas mujeres!

GBo


Para ti mujer -¿quién puede ser?-
Para la ocasión, otra canción
¡Andrés, otra vez!



El día de la mujer mundial
Andrés Calamaro

¿Quién escribirá la historia
de lo que pudo haber sido?
Yo que soñaba despierto
ya no sueño dormido

¿Con quién estarás ahora?
Quién te va a dar de comer
en el día mundial de la mujer

Voy a seguir hasta encontrar
una parrilla en Dolores
No miraste bien
en mis espejos retrovisores

Ahora que pusiste el freno
espero que encuentres algo bueno
que morder, que morder

Eduardo subí la radio,
yo enciendo un petardo
¿Cuánto falta para llegar
a cualquier lugar?

Ojalá te sientas
solamente un poco mal
en el día de la mujer mundial

¿Quién está preparado
para ser un chico abandonado?
¿Quién tiene el blanco del camino
en el ojo, marcado?

Edu, ¿falta mucho
para parar y comer?
Es el día mundial de la mujer

No entendí si ibas a ser
libre o esclava
No entendí si fui tu dueño
o un borracho que pasaba

Soy grande pero tengo
algo que aprender
Es el día mundial de la mujer

Elegí pena u olvido
o sudor compartido
Ojalá no me arrepienta
de haberme conocido

Lo importante es que nunca
pude hacerte sentir mal
Feliz día de la mujer mundial
el día de la mujer mundial


http://www.youtube.com/watch?v=bo5iCRVHOtY

marzo 02, 2010

¡Porque sí!



A los chicos -y a las Chicas, sobretodo-


Varias son las cosas que se pueden hacer en un auto, ustedes no me dejaran mentir. Entre otras -cuando vas al volante- puedes manejar, poner el clima, subir el volumen a la música y -con demasiada paciencia- circular a paso lento conociendo tu ciudad y tarareando una canción.

Nada nuevo les digo cuando hablo del tráfico de la Ciudad de México. Manejar al trabajo es ir de rodillas y muriéndote de la prisa. Manejar a la escuela es ir a terapia de manejo de estrés y control de emociones jalándote los cabellos. Manejar a una cita es ir a clase de ética, civismo y etiqueta insultando a todos y siendo insultado. Cruzarse con una patrulla es ir a tu sesión de etimología y semántica y darle un valor incalculable -antes ignorado- a la figura materna. A la figura propia me refiero; los de azul-verde carecen…

Muchas horas y muchos momentos hemos vivido en la calle a bordo del auto. Mi antídoto ante gris y selvático escenario es la música. Debo ir con las canciones que consigan hacerme manejar a ojos cerrados y con sonrisa en labios. Todo destino es feliz si se toma el camino de la música, si “miramos” el paisaje de las canciones y no el de la ventanilla.

Hoy, como tantos otros días, circulaba y pensaba en los años anteriores y el saldo que han dejado. Insisto, porque el corazón lo manda, en sentirme afortunado por la amistad de mis amigos. Su amistad es lo mejor que la vida me ha dado -y tan mal agradecido- Los amigos que ya no están, los de hoy, los que vendrán. Lo tengo todo con ustedes; con cada una de sus cosas.

Avanzo, freno, derrapo, sigo manejando. Han pasado diez minutos y aún no cruzo el semáforo. Me llega al alma una canción. Recuerdo los momentos que hemos compartido juntos, imagino también los momentos que vendrán, lo que nos faltan por vivir. Hago suma del tiempo que llevamos sin vernos: me apeno. “Hace mucho que los quiero ver”, hace mucho que los quiero abrazar, hace mucho que les quiero dar las gracias por quererme. Por el mes del amor y por el mes de la primavera y porque los quiero y me quieren, no es tarde, permítanme decirlo:

Me fui, pero volví. Desperté de un “coma profundo”. Fracase, pero aprendí. Me perdí, pero me encontré. Los dejé, pero nos los olvide. Ahora estoy de regreso y estoy entre ustedes. Y, mejor aún, me encuentro bien. Las mañanas de domingo me sorprenden, algunas canciones me hacen llorar y saber de ustedes me emociona. Que lo sepan: allá donde estén, siempre están conmigo.

“Parte de mi no cambió y, a la vez, ya no soy el viejo Gabriel que no dormía jamás… Dicen que para seguir no hace falta mirar atrás y está vez, para mí, tienen razón.”

Les dedico una canción

¿Porqué?

¡Porque sí!

¡Suban el volumen!


Tan suyo

GBo


Los chicos
Andrés Calamaro


Y si te toca ir arriba antes que yo
porque existe la vida eterna
Lleva de parte mía un cucumelo
por si no llovía en el cielo

Y de parte de los veintidós
se lo das al chico cuartetero
Y dale un abrazo muy largo
a mis amigos que se fueron primero
Primero…

También lleva algunas canciones de nosotros
que van a causar gran posteridad
Supongo que habrá una ciudad entera
y me sirve de consuelo si me esperas allá

Muchos amigos se fueron antes que yo
y me dejaron sólo
Por eso si en invierno hace frío también
bajo al infierno un poco
Al infierno un poco…

Supongo que nadie se va del todo
espero que exista algún lugar
Donde los chicos escuchen mis canciones
aunque no los escuche opinar

Toma una lista de mis amigos
quiero convencerlos que vuelvan conmigo
Si no van a esperar mucho
y hace mucho que los quiero ver

Por eso si en invierno hace frío también
bajo al infierno un poco

Toma una lista de mis amigos
quiero convencerlos que vuelvan conmigo
Sino van a esperar mucho
y hace mucho que los quiero ver