enero 29, 2010

El Pez Plátano


Fue en la voz de Arturo Beristain que escuche el cuento “Un día perfecto para pescar un pez plátano” estábamos en el Hijo de Cuervo. Esa mañana conocí a J.D. Salinger.

Luego ya lo saben, a seguir con el resto de la obra y tener el ojo cuadrado con “El guardián en el centeno” Con Salinger supe que siempre quiero ser joven y no crecer nunca, no amargarme nunca, no perder el ímpetu, seguir soñando, no perder la vitalidad, no perder la imaginación, la fe, la esperanza, no debilitar nunca el ánimo…

Aclaro que dije "con Salinger" para que nadie se sienta defraudado y ya estén pensando en plantearme un reclamo.

Hay quien dice que M. D. Chapman fue influenciado por esta novela para llevar a cabo el lamentable acto y dejarnos sin John Lennon -Give peace a chance- Al momento de su arresto, Chapman llevaba el libro en sus manos.

Luego fue con Seab que compartí la lectura del Pez Banana. Nos gusto tanto que incluso mientras nadábamos en una alberca de Manzanillo lo comentamos, lo actuamos y lo sentimos en carne propia: el sol, el agua, el viento de playa, el clima tropical, ella, yo y los teléfonos sonando...

Salinger nos mostro y nos enseño -así lo entendí- el tesoro de la niñez, la belleza y la grandeza de la juventud. Cuanto amor a la juventud y cuanto desprecio a la edad adulta que es una forma de morir, una manera de ir dejando el mundo, una forma lenta de irnos despidiendo. Con Holden Caufield entendimos que en el campo de la infancia y de la juventud se puede caer en abismos. Sin importar esa fragilidad; nos muestra -bellamente- que también son las edades de la imaginación donde todo es posible y nada puede dejar de ocurrir. Muera la tristeza, muera la vejez, muera la muerte.

¡Que tesoro grande la niñez! ¡Que paraíso la juventud! ¡Que breves ambos!

A Jerome David Salinger agradecemos las letras. Lo despedimos sin saber mucho de él como persona. Pero tuvimos más de lo que merecíamos como escritor. Desde ya, y con gran curiosidad, esperamos las obras que tras su muerte puedan publicarse.

¡Buen viaje Jerome!


enero 27, 2010

Faemino y Cansado


Algunas cosas son mejores si vienen en pares -las manos y los labios, por ejemplo- Pronto juzgarán si en verdad logro ser mejor cuando dos manos me acompañan.

Lo que quiero decir es que me encuentro disfrutando de estos días soleados que ofrecen -lo hacían hasta hace bien poco- calidad de aire y rico sol.

Muchas actividades son las que quiero realizar dentro de la belleza de estos días. Ahí están, por decir algo, las guitarras, el piano, la moto, el kayak, mis libros nuevos, mis cd’s nuevos, mis pelis nuevas, mis videos nuevos -recién compre el de Rolling Stones en River Plate, dejen lo veo y les cuento- mi cuaderno de notas, mis plumas, mi tinta, mi blog…

Sin embargo, mí día -como el de muchos de ustedes- apenas llega a 24 horas y no da para más. No me alcanza el tiempo para dedicarme a mis “placeres músico-literarios“ o sea, con la dedicación que yo quisiera. Hay que levantarse de un salto, darse un baño, tomar un café, salir al hospital, hojear los periódicos y las páginas de internet para luego de lleno atender la oficina. Atiendo la oficina y cuando me doy cuenta son las 10 PM. ¡Sáquenme de aquí!

Hay momentos -no lo niego- en que me doy una “escapada” y le robo unos minutos al trabajo para leer o “pasear” por internet. Me gusta ver las rutinas de Faemino y Cansado. Las disfruto, me hacen reír. Son un par insuperable en la idea de hacer humor a partir de lo cotidiano, su idea del absurdo es mi bandera. Cuanto hilo nos sueltan por segundo.

Hoy miraba uno de sus gags y me asombraba por esa capacidad que tienen de soltar ideas por segundo. Luego recordé un sueño antiguo en que, partitura en mano, le iba preguntando a Mick Jagger, A Ketih Richards, a Boby Dylan, a Sabina ¿Qué había querido decir con tal o cual nota? ¿Que idea habitaba detrás de tal o cual frase? Luego comparaba su respuesta con lo que yo había entendido y cuando les confesaba que mi lectura había sido otra, Mick protestaba: “I Knew it. Had never write that song”

Supongo que entendería mejor su obra y hasta habría una oportunidad para que dejara de gustarme. Nunca terminas de conocer a la gente. Además el inconsciente colectivo y el individual deforman la realidad.

Pensándolo mejor, a mí también me gustaría que alguien me preguntara, palabra a palabra, que es lo que he querido decir en cada imagen, en cada texto. He puesto empeño en escribirlas y he dedicado tiempo a acomodarlas. Tal vez los años le den brillo a mi nombre y un día exista la posibilidad de explicar todo el proceso y porque esta cada una en su lugar -conceited guy-

Faemino y Cansado dijeron alguna vez que para apreciar sus gags era necesario tener al menos la educación básica ¿Será que nuestra óptica es incapaz de verlo todo?

As I did it; just enjoy it!!!



GBo

enero 18, 2010

Te espero


“Porque yo quise olvidar
y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad ¿no lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta”

Federico García Lorca


Ningún mes es tan largo para llamarse trimestre
Ningún Rey es tan mago para sorprenderme
Este barco se pierde sin su contramaestre

Corre a mis brazos, sujétate
Cierra los ojos, despiértate

Ningún mes es tan lento para que llegue febrero
Ningún día tan triste como este de enero
En la ventana, soñando, alegre no muero

Corre a mis brazos, te quiero
Cierra los ojos, te espero

Todos tenemos algo que no es nuestro
en un cajón, en el librero

Todos tenemos algo que ocultar
alguien por quién llorar

Ninguna boca es tu boca para comprarle el chupete
Ningunas manos tus manos para ponerle el arete
Es que me duele tanto, me duele tanto quererte

Corre a mis brazos, sujétate
Cierra los ojos, despiértate

Ningún tiempo es tan largo para olvidar un “te quiero”
Ningún cielo tan alto para querer llegar primero
Soy un pájaro herido; en mi nido un agujero

Corre a mis brazos, te quiero
Cierra los ojos, te espero

Todos tenemos algo que no es nuestro
yo segundo, tú primero

Todos tenemos algo que ocultar
sin importar cuánto, te voy a esperar


GBo
Un dieciocho de enero

enero 13, 2010

Crisis



Debía tener 14 ó 15 años cuando comencé a escribir. Y todo por culpa de una novia que quise mucho y de la que no pienso acordarme. Apenas diré que su nombre empezaba con “C...” y terminaba con “...laudia"

A esa novia, como les decía, la quise mucho y un día sin decir “¡agua va!” decidió abandonarme y buscarse otro camino, otros brazos... Hoy a mis 32 lo entiendo y hasta lo acepto -nunca he llevado bien el abandono-; pero cuando tenía aquellos 14 ó 15 créanme: la vida se volvió un infierno. El mundo, las mujeres, la confianza nunca serían lo mismo...

Con aquel “tropezón” me sentí peor que los jugadores del TRI por la derrota ante la selección de Argentina en la semifinal de la Copa América del ‘93 ¿Se acuerdan de ese partido?

¿Dije ‘93?

¡Claro! ¡Tenía 16 años!

¡Qué cercana se veía la felicidad por esos años!

El chiste es que tras el inexplicable -y por supuesto equivocado- abandono a un hombre que prometía ser tierno, educado, cariñoso, hogareño, respetuoso, trabajador, fiel hasta la muerte; me tiré a la perdición y sin dudarlo un momento “tomé papel y lápiz y esparcí” y me puse a escribir sobre todo aquello que mente, corazón y alma sentían en esa fría e incomprensible soledad... Trataba de entender esa forma de no estar, de dejar de ser, de estar muerto y todos esos sentimientos negativos y dolorosos que causa estar sin la persona que amamos…

¿Es verdad que el amor no duele?

Hasta el día de hoy sigo escribiendo y sigo tratando de entender qué es eso del amor y porqué carajos siempre duele. Supongo que las palabras pueden ayudar en ese mar de dudas.

Todo este "testimonio" sentimental viene a cuento porque ahora que estamos estrenando año dan ganas de poner en orden la vida, el cuarto y los papeles para pasar sin sobresaltos los once meses y medio que tenemos por delante.

Así, hurgando en el cuarto de adolescencia, descubrí aquellas viejas cartas que alguna mañana recibí en el buzón y estaban selladas y entregadas por el Servicio Postal Mexicano ¡Cuántas mañanas salía al buzón a esperar mi carta! ¡Cuántas veces fui a la oficina de Correos a pegar el timbre en mi sobre y dejar en manos del cartero mis palabras más bellas, más sinceras, más soñadoras y llenas de esperanza! ¡Palabras tiernas que nacían del amor!

Tal vez por ser palabras de amor me resulten conmovedoras ahora que las vuelvo a leer. Tal vez porque -a pesar de todo- es un buen recuerdo de la juventud. Aquel “descalabro” fue el umbral que cruce para llegar a comprender, a disfrutar, a valorar el poder de la palabra y el momento de sentarse a escribir en soledad. Ese momento que con pluma en mano intentas comprender en un rincón de tu cuarto -y con canción de Oscar Chávez- lo que en la calle, con los amigos, con los padres no se podía entender y algunas veces -casi todas- ni siquiera hablar.

Releyendo esas cartas de amor hice un resumen de mis intentos literarios tras el primer “resbalón”. Así, lleno de asombro descubrí que han pasado al menos 5 años que no escribo directamente en el papel. Al menos 5 años que no uso una pluma. Todo lo he hecho desde un teclado. Entre otras cosas porque así mi letra es más legible, supongo.

Entonces, en un arranque de romanticismo, me digo: ¡es hora de volver al papel y -ahora sí- aprender a escribir bien! -Es decir, con letra legible-

Ese arranque de romanticismo me llevo esta mañana a buscar un block de notas para que lo de tinta y papel tome sentido. La idea es ir a lo Henry Miller por el mundo con un cuaderno bajo el brazo para no dejar pasar detalle ni inspiración

¿Comenzaré a desconfiar de mi memoria?

¿Será la crisis de los 30’s?

Tras decidir entre una portada con Ferrari Rojo al frente o una con la elegante y orgullosa figura larga de Jack -adicción a los huesos largos-; me fui a la Universidad a encontrarme con mi hermana y su novio -un baterista bien picudo- para un café. En una banquita donde “daba el sol” y con café en mano; lleno democión les conté esta historia que les acabo de contar a ustedes sobre esa novia de la que no pienso acordarme y como he decidió ir por la vida con un cuadernito en la mano y como Lorca, Miller, Machado, Wilde y muchos otros de gran calibre tenían su propio cuaderno ”a mano” por si algo se les ocurría y bla, bla, bla...

Tras larga explicación que sólo buscaba contagiarles la emoción ¿Saben que me dijeron los muy cabrones?

“¡Gabo, ya te pego la crisis! ¡Cambiar la lap por un cuaderno, que jodido estás!”

Dos minutos de incontrolable risa que me parecieron "Dos horas de balazos" -¿Qué tendría el café?-

Acepto que todos nos reímos mucho, pero en el fondo me caló ¿Hasta qué punto estaban bromeando?

Luego y en defensa propia -por sentirme seguro- hablamos de música y la forma de poner los ritmos más allá de la batería acústica. Seguimos hablando hasta llegar al inevitable tema de la programación vía software. Les pregunte si en la biblioteca de su universidad habría algunos libros de loops o samplers. Los dos cruzaron miradas y al unísono se preguntaron:

¿Aquí hay libros?

Putsss… Exclamé asombrado, deseando que fuera una broma.

Los tres reímos nuevamente -aún con café-

Yo recupere la confianza, di otro trago y sujetando fuertemente mi cuaderno, casi abrazándolo pensé:

¿Y estos dos me hablan de crisis?


GBo

enero 08, 2010

Hoy en tu cumpleaños




La amistad -creo- mientras más dure mejor. El amor y la confianza que crece en el amor no tiene comparación. No hay suelo más firme en el mundo que en el corazón de los amigos.

Ya lo he dicho antes y lo repito, la amistad es mi mayor tesoro. Y hoy mando un abrazo grande a uno de mis tesoros más valiosos, más sinceros, más leales.

Por su cumpleaños; por habitar el norte de mi corazón.



Hoy en tu cumpleaños

Quisiera que tu ciudad fuera la mía
para llamar a tu puerta
y poder abrazarte

Quisiera en lugar de palabras darte caricias, miradas
maldita larga distancia
solo tengo las palabras

Y quién me diría que duraría tanto
tu sonrisa, tu mirada, tu paciencia
tu amistad, Dios mío que encanto

Y yo tan torpe mirando a otro lado
profesando renglones, gestos equivocados
sin saber que en tus brazos el cielo me estaba esperando

Hoy en tu cumpleaños estuve buscando
fotos antiguas contigo, conmigo
¿Te das cuenta? El tiempo sigue pasando

No encuentro nada, te escribo
cierro los ojos, te miro
así va la vida sintigo

Te dedico la misma canción
para que el tuyo vibre
como vibra mi corazón

GBo



enero 06, 2010

Nuevos Ojos



“…la ilusión de inaugurar otra mirada, una que acepte las cosas como son y sepa verlas…”
Aura


Arrancar un año es comenzar la vida otra vez: nuevos sueños, nuevos retos, nuevas esperanzas, menos tiempo, sí cada enero menos tiempo...

En el blog de “encontrando a alejandro” Milagros llegó con un obsequio en las manos para ponerlo en nuestros ojos y, poema por medio, renovarnos la mirada…

Y, con emoción, les comparto ese obsequio: “Con qué nuevos ojos te veré” poema de Alejandro Aura que encaja muy bien para el momento de plantearnos el 2010 que ya va en su día seis.

Supongo que siempre se puede tener un mejor momento, un mejor año; cuestión de saberlo ver… Además, si nos vemos bien, en el mundo -en nuestros corazones también- cabemos todos…


¡Gracias Alejandro! ¡Gracias Milagros!


GBo.


"He memorizado este poema para entrar al nuevo año. Me nació esa necesidad, no sé de dónde. Quizá porque está lleno de claves para iniciar lo de cada día, la vida. Quizá para recitarlo por la calzada de Guadalupe, ahora que la camine un día tras otro, como he visto a decenas de personas rezar su rosario. O, quizá, por si alguien decidiera quemar todos los libros, haciendo real lo imaginado por Bradbury, y a mí me tocara salvarlo.Es mi regalo para este año que hoy comienza:"

Milagros Revenga


CON QUÉ NUEVOS OJOS TE VERÉ


¿Con qué nuevos ojos te veré, vida
ahora que salga otra vez a buscarte
qué membrana sutil vendrá por arte de oficios
a cubrir mi mirada para filtrar la gama
inagotable de matices que manan de ti
como de la luz brota lo verde en tanta profusión
que no hay glosa que agote su manto de sorpresas;

con qué ojos te veré
que puedan describir al mismo tiempo
la mezcla de tu inverosímil variedad
de materiales y sombras y trasuntos
y todo lo demás que ocurre tierra adentro
construyendo especies que nunca habían vivido
y piden a su creador un nombre que las nombre,
una entidad que las proyecte al tiempo;

con qué ojos nuevos te veré que sirvan
lo mismo para el sí que para el no
y no tengan ya que escabullir el bulto
por no haber entendido a tiempo lo evidente,
lo clara, vida, que es tu transparencia,
que no me coja ciego la nueva vida que vea;

con qué ojos de alegría me asomaré
por última vez a la ventana antes de salir
a mirar la perspectiva y su sonrisa ignota,
ojos de asombro, ojos de lumbre, ojos de tinta,
ojos de miel y terciopelo; y cómo habré de conservar
tal entusiasmo cuando ponga mi pie en el umbral común
y tenga que aportar lo que yo traje;

tendré que ser prudente y decidido
y acoger todas las cosas como vengan,
más abierto que el cáliz de un tulipán maduro
y listo para decir con precisión lo que me toque
así sea el silencio más negro entre lo negro,
el negro y contundente silencio del silencio,
o me toque tal vez, jugando adivinanzas,
morder una manzana para sacar el nombre de la fruta
y que comience de nuevo a hacerse la palabra:
háganse todas las cosas otra vez,
empiécense las obras bonitas y las obras feas,
frescas ambas y con toda la vida por delante;

no quiero censurar ninguna de tus partes,
ni ser el aguafiestas de tus fastos,
yo no gano nada con ser tu detractor, basura,
simplemente te veo que existes y que dependes de mí
en tan alto grado que me espanta, y pienso:
tiene que haber un lugar para la basura
también adentro de mi corazón, no puedo estar
siempre negándola como si yo fuera el sacerdote
sin humor, encargado de la limpieza del templo,

y me echo a correr y a saltar por esos campos
con la ilusión de inaugurar otra mirada,
una que acepte las cosas como son y sepa verlas,
igual ver lo sublime sin que la piel se quiebre
que ver lo abominable sin volverse la tonta,
la anónima, la pobrecita aguja del pajar;

con qué ojos renovados te veré, vida,
cuando comience a germinar mi voluntad
y emprenda con ojos nuevos de nuevo mi camino?

Alejandro Aura


En voz de Alejandro:

El Blog