enero 29, 2010
El Pez Plátano
enero 27, 2010
Faemino y Cansado
enero 18, 2010
Te espero
“Porque yo quise olvidar
y puse un muro de piedra
entre tu casa y la mía.
Es verdad ¿no lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta”
Federico García Lorca
Ningún mes es tan largo para llamarse trimestre
Ningún Rey es tan mago para sorprenderme
Este barco se pierde sin su contramaestre
Corre a mis brazos, sujétate
Cierra los ojos, despiértate
Ningún mes es tan lento para que llegue febrero
Ningún día tan triste como este de enero
En la ventana, soñando, alegre no muero
Corre a mis brazos, te quiero
Cierra los ojos, te espero
Todos tenemos algo que no es nuestro
en un cajón, en el librero
Todos tenemos algo que ocultar
alguien por quién llorar
Ninguna boca es tu boca para comprarle el chupete
Ningunas manos tus manos para ponerle el arete
Es que me duele tanto, me duele tanto quererte
Corre a mis brazos, sujétate
Cierra los ojos, despiértate
Ningún tiempo es tan largo para olvidar un “te quiero”
Ningún cielo tan alto para querer llegar primero
Soy un pájaro herido; en mi nido un agujero
Corre a mis brazos, te quiero
Cierra los ojos, te espero
Todos tenemos algo que no es nuestro
yo segundo, tú primero
Todos tenemos algo que ocultar
sin importar cuánto, te voy a esperar
GBo
Un dieciocho de enero
enero 13, 2010
Crisis
A esa novia, como les decía, la quise mucho y un día sin decir “¡agua va!” decidió abandonarme y buscarse otro camino, otros brazos... Hoy a mis 32 lo entiendo y hasta lo acepto -nunca he llevado bien el abandono-; pero cuando tenía aquellos 14 ó 15 créanme: la vida se volvió un infierno. El mundo, las mujeres, la confianza nunca serían lo mismo...
Con aquel “tropezón” me sentí peor que los jugadores del TRI por la derrota ante la selección de Argentina en la semifinal de la Copa América del ‘93 ¿Se acuerdan de ese partido?
El chiste es que tras el inexplicable -y por supuesto equivocado- abandono a un hombre que prometía ser tierno, educado, cariñoso, hogareño, respetuoso, trabajador, fiel hasta la muerte; me tiré a la perdición y sin dudarlo un momento “tomé papel y lápiz y esparcí” y me puse a escribir sobre todo aquello que mente, corazón y alma sentían en esa fría e incomprensible soledad... Trataba de entender esa forma de no estar, de dejar de ser, de estar muerto y todos esos sentimientos negativos y dolorosos que causa estar sin la persona que amamos…
¿Es verdad que el amor no duele?
Hasta el día de hoy sigo escribiendo y sigo tratando de entender qué es eso del amor y porqué carajos siempre duele. Supongo que las palabras pueden ayudar en ese mar de dudas.
Todo este "testimonio" sentimental viene a cuento porque ahora que estamos estrenando año dan ganas de poner en orden la vida, el cuarto y los papeles para pasar sin sobresaltos los once meses y medio que tenemos por delante.
Así, hurgando en el cuarto de adolescencia, descubrí aquellas viejas cartas que alguna mañana recibí en el buzón y estaban selladas y entregadas por el Servicio Postal Mexicano ¡Cuántas mañanas salía al buzón a esperar mi carta! ¡Cuántas veces fui a la oficina de Correos a pegar el timbre en mi sobre y dejar en manos del cartero mis palabras más bellas, más sinceras, más soñadoras y llenas de esperanza! ¡Palabras tiernas que nacían del amor!
Tal vez por ser palabras de amor me resulten conmovedoras ahora que las vuelvo a leer. Tal vez porque -a pesar de todo- es un buen recuerdo de la juventud. Aquel “descalabro” fue el umbral que cruce para llegar a comprender, a disfrutar, a valorar el poder de la palabra y el momento de sentarse a escribir en soledad. Ese momento que con pluma en mano intentas comprender en un rincón de tu cuarto -y con canción de Oscar Chávez- lo que en la calle, con los amigos, con los padres no se podía entender y algunas veces -casi todas- ni siquiera hablar.
Releyendo esas cartas de amor hice un resumen de mis intentos literarios tras el primer “resbalón”. Así, lleno de asombro descubrí que han pasado al menos 5 años que no escribo directamente en el papel. Al menos 5 años que no uso una pluma. Todo lo he hecho desde un teclado. Entre otras cosas porque así mi letra es más legible, supongo.
Entonces, en un arranque de romanticismo, me digo: ¡es hora de volver al papel y -ahora sí- aprender a escribir bien! -Es decir, con letra legible-
Ese arranque de romanticismo me llevo esta mañana a buscar un block de notas para que lo de tinta y papel tome sentido. La idea es ir a lo Henry Miller por el mundo con un cuaderno bajo el brazo para no dejar pasar detalle ni inspiración
Tras decidir entre una portada con Ferrari Rojo al frente o una con la elegante y orgullosa figura larga de Jack -adicción a los huesos largos-; me fui a la Universidad a encontrarme con mi hermana y su novio -un baterista bien picudo- para un café. En una banquita donde “daba el sol” y con café en mano; lleno democión les conté esta historia que les acabo de contar a ustedes sobre esa novia de la que no pienso acordarme y como he decidió ir por la vida con un cuadernito en la mano y como Lorca, Miller, Machado, Wilde y muchos otros de gran calibre tenían su propio cuaderno ”a mano” por si algo se les ocurría y bla, bla, bla...
Tras larga explicación que sólo buscaba contagiarles la emoción ¿Saben que me dijeron los muy cabrones?
“¡Gabo, ya te pego la crisis! ¡Cambiar la lap por un cuaderno, que jodido estás!”
Dos minutos de incontrolable risa que me parecieron "Dos horas de balazos" -¿Qué tendría el café?-
Acepto que todos nos reímos mucho, pero en el fondo me caló ¿Hasta qué punto estaban bromeando?
Luego y en defensa propia -por sentirme seguro- hablamos de música y la forma de poner los ritmos más allá de la batería acústica. Seguimos hablando hasta llegar al inevitable tema de la programación vía software. Les pregunte si en la biblioteca de su universidad habría algunos libros de loops o samplers. Los dos cruzaron miradas y al unísono se preguntaron:
¿Aquí hay libros?
Yo recupere la confianza, di otro trago y sujetando fuertemente mi cuaderno, casi abrazándolo pensé:
enero 08, 2010
Hoy en tu cumpleaños
Ya lo he dicho antes y lo repito, la amistad es mi mayor tesoro. Y hoy mando un abrazo grande a uno de mis tesoros más valiosos, más sinceros, más leales.
Por su cumpleaños; por habitar el norte de mi corazón.
Quisiera que tu ciudad fuera la mía
para llamar a tu puerta
y poder abrazarte
Quisiera en lugar de palabras darte caricias, miradas
maldita larga distancia
solo tengo las palabras
Y quién me diría que duraría tanto
tu sonrisa, tu mirada, tu paciencia
tu amistad, Dios mío que encanto
Y yo tan torpe mirando a otro lado
profesando renglones, gestos equivocados
sin saber que en tus brazos el cielo me estaba esperando
Hoy en tu cumpleaños estuve buscando
fotos antiguas contigo, conmigo
¿Te das cuenta? El tiempo sigue pasando
No encuentro nada, te escribo
cierro los ojos, te miro
así va la vida sintigo
Te dedico la misma canción
para que el tuyo vibre
como vibra mi corazón
GBo
enero 06, 2010
Nuevos Ojos
“…la ilusión de inaugurar otra mirada, una que acepte las cosas como son y sepa verlas…”
Aura
Arrancar un año es comenzar la vida otra vez: nuevos sueños, nuevos retos, nuevas esperanzas, menos tiempo, sí cada enero menos tiempo...
En el blog de “encontrando a alejandro” Milagros llegó con un obsequio en las manos para ponerlo en nuestros ojos y, poema por medio, renovarnos la mirada…
Y, con emoción, les comparto ese obsequio: “Con qué nuevos ojos te veré” poema de Alejandro Aura que encaja muy bien para el momento de plantearnos el 2010 que ya va en su día seis.
Supongo que siempre se puede tener un mejor momento, un mejor año; cuestión de saberlo ver… Además, si nos vemos bien, en el mundo -en nuestros corazones también- cabemos todos…
¡Gracias Alejandro! ¡Gracias Milagros!
GBo.
"He memorizado este poema para entrar al nuevo año. Me nació esa necesidad, no sé de dónde. Quizá porque está lleno de claves para iniciar lo de cada día, la vida. Quizá para recitarlo por la calzada de Guadalupe, ahora que la camine un día tras otro, como he visto a decenas de personas rezar su rosario. O, quizá, por si alguien decidiera quemar todos los libros, haciendo real lo imaginado por Bradbury, y a mí me tocara salvarlo.Es mi regalo para este año que hoy comienza:"
Milagros Revenga
CON QUÉ NUEVOS OJOS TE VERÉ
Alejandro Aura