Mary quiere un pato
Mary tiene un conejo
Yo le he ofrecido el pato a cambio de su conejo.
La propuesta fue con toda seriedad y nada descabellada -supongo-
¿Será que a mis treinta y tantos el hambre es principio fundamental superior a mis sentimientos?
¿Será que a sus ocho años Mary entiende mejor la amistad?
Yo no sé que será, pero Mary me dijo indignada:
“Qué te pasa, si al conejo lo quiero más que a ti… Y además, yo no me como a mis amigos…”
Mary me hace reír;
Mary me hace llorar;
Mary me hace feliz;
Mary es mi maestra...
El conejo seguirá entre nosotros
GBo
Un conejo que se llama ovejita.
ResponderEliminarMary con su mirada y su sonrisa me enseña lo importante de la vida y me hace pasar momentos inolvidables.
mary... una niñita!...
ResponderEliminarque caray... los niños siempre vienen a enseñar!!!... siempre he dicho que deberiamos ponerles mas atencion a ellos, que parecen ser mas sabios y llennos de vida... que cualquier otra persona...
mejor el conejo!!.. son mas bonitos n_n!
un abrazo!