julio 25, 2010

The Circle


Debía ser el mes de mayo; para octubre se anunciaba un concierto de Bon Jovi en el Palacio de los Deportes de la ciudad de México. Era el año noventa y tres. Dos boletos -acceso general- aseguraban nuestros asientos en “Keep The Faith World Tour” Mi hermano es sólo un año mayor que yo. Tendríamos diecisiete y dieciséis años respectivamente.

Sí, sí. Ya sé que van a sacar sus cuentas y asumirán que mi existencia se debe a un accidente, a un embarazo no deseado. No voy a negarles que yo también lo he pensado. En su día le di muchas vueltas al asunto; tal vez por la mínima diferencia de edades entre mi hermano y yo, o los nueve meses que dura un embarazo, o por algunos tratos que recibí en la infancia. No puedo negarlo, pero tampoco lo firmo. Ningún detalle de esos importa ya. Mi existencia -a día de hoy- puede definirse como placentera en más de un sentido. Diría, si es que tengo que decir algo, que mi llegada al mundo fue sorpresiva, no planeada y nada más.

¿Será por eso que detesto hacer planes?

Pero a lo que iba. En aquel año del noventa y tres, un amor potosino se me metió entre “Alma, corazón y vida”. Yo vivía a casi quinientos kilómetros de distancia de ella. Cuando estás enamorado cualquier distancia, por mínima que sea, es un infierno si no te encuentras al lado de tu amor. Así que; incapaz de soportar tanto espacio entre nosotros, empaque unos pantalones, unas playeras, unos casetes de Soda Stereo, uno de Guns and Roses y el de remixes de Hombres G y me fui de casa tras los brazos de esa chica -ella, según me dice, con frecuencia visita este blog-

En aquella huída de casa encontré mucha música, mucha amistad, muchas ganas de ser dueño del mundo. De las canciones de esos días recuerdo con mucho cariño “Te quiero” de Hombres G, entre otras cosas, porque una vez la cantamos Juan y yo a las puertas de un colegio con unas chicas bien guapas de San Luis. Nos aplaudían, nos sonreían, nos pedían otra y hasta nos regalaron unas monedas. Era el paraíso terrenal. También porque esa canción decía exactamente lo que yo estaba sintiendo y que nunca antes había sentido por ninguna otra mujer. La primera vez que me enamoraba…

Mi paraíso terrenal, como cualquier otro, duró dos segundos. El despertar estaba cerca. Tras una o dos semanas de estar por el norte del país, llamé a casa para decirles dónde me encontraba y comentar que estaba bien. También tenía planeado negociar un envío de dinero, pues los trescientos pesos con los que había llegado me los había gastado sin darme cuenta. Cuando decidí llamar a casa lo hice pensando que iba a contestar mi madre; quería escuchar su voz. Sabía muy bien que mi inesperada huída la estaría haciendo sufrir y eso comenzaba a incomodarme. Por tanto, quería darle un poco de calma aunque fuera por larga distancia y pedir el dinero que necesitaba.

Para mi sorpresa quien contesto el teléfono fue mi hermano. No supe qué decir y se me quebró la voz nada más escucharlo preguntar con gran indiferencia: “¿Cuándo vienes? ¿No vas a ir al concierto?”

¡En la madre! ¡El concierto! ¡Lo había olvidado! Sus preguntas y la indiferencia de su voz aniquilaron de golpe el diálogo que había planeado; apenas pude colgar la bocina de aquel teléfono. Sus palabras, eran las palabras que no quería escuchar: “¿Cuándo vienes?”

¡Si no pienso volver jamás! ¿Por qué estaba él tan seguro que un día tendría que volver a casa? Su pregunta fue luz de día. Era el final del sueño de vagabundear por el mundo para aceptar la irrenunciable realidad. Mi hermano ha sido mi primer amigo en este mundo y como buenos amigos nos damos consejos y además juntos fuímos a nuestros primeros conciertos de la vida. Esa llamada no la olvidaré jamás. Me dolió muchísimo no haber estado con él esa noche del Palacio de los Deportes y más me dolió cuando, años después, me dijo: “Aquella vez no fue lo mismo, me hubiera gustado ir contigo a ese concierto…”

"No importa por cuánto tiempo ni que tan lejos te vayas; la vida -tu vida- siempre estará esperando por ti…"

Por suerte la vida me daría más oportunidades. Con los años he podido asistir a un número importante de conciertos. Casi en todos he querido estar por mi propio pie y también he estado en algunos en los que hubiera no querido estar. A pesar del número, en sólo una ocasión he escuchado un concierto bajo la lluvia. Fue con Bon Jovi en el Foro Sol en la gira “Crush” del año dos mil uno. Karlita estaba conmigo y éramos un par de enamorados inseparables. A todos lados íbamos juntos. En ese concierto además de lluvia hubo mucha emoción y una entrega total de los músicos que terminaron igual de mojados que todos los que estábamos de pie presenciando. Tras el concierto entendí que Bon Jovi y su banda tenían muy claro que cada uno de sus discos tenía que ser mejor que el anterior. Por lo tanto, las giras también. Cada gira venía creciendo en el sentido musical y tecnológico. Sospecho que van por el camino de los Rolling Stones y con la clara intención de superarlos. Esa noche mi hermano tuvo la oportunidad de estar en Backstage antes del concierto y Onstage durante. Su primera vez en un escenario de ese calibre fue también mi primera vez. Me lo contó todo, yo le había pedido que pusiera atención en cada detalle. Así fue como comencé a documentarme sobre toda la logística que implica un concierto. Y de ahí cada vez pongo más atención y, por tanto, en algunos conciertos me sorprendo gratamente y en otros me decepciono. Culpa casi siempre del equipo de audio que no tiene palabra.

Un círculo no tiene ni principio ni fin. Es así como he querido contarles esta historia. Mi historia con Bon Jovi, por el contrario, si tiene principio y quise compartir un poco de ese principio con ustedes. El fin sólo pido que no llegue pronto, por que pedir que no llegue nunca sería una exageración.

Es verdad que este año ha sido lleno de conciertos de gran calidad. Sin embargo, lo de este miércoles en Rogers Centre, no tiene nombre. La banda Bon Jovi se pronuncia con mayúsculas y de pie. Son una banda mil estrellas. Dueña del oficio, de la técnica, del management, del showman, del teamwork, del entertainment en su máxima expresión.

Es un cielo muy alto al que pertenecen estos chicos de New Jersey. Sus veintisiete años de trayectoria son evidentes a la hora del performance. Saben hacernos cantar, gritar, bailar, emocionarnos y reventarnos los oídos con su potente show. Contagian porque ellos, todos ellos, disfrutan cada una de las notas que van saliendo de sus cuerpos o de sus instrumentos. A ojos cerrados saben hacer lo que a cada uno le corresponde y lo complementan con el que a su lado está. Momento cumbre de la noche con "It’s my life" y sus potentes bajos & "Someday I’ll be Saturday night" y el feliz matrimonio entre el ritmo de la guitarra acústica de Jon y el profundo riff en la Stratocaster de Richie. Lo inusual -muy grato- de la noche fueron los covers del repertorio. Y más grato haber estado al lado de mi hermano en este concierto.

El forecast dice “Lluvias constantes en la ciudad de México” Esta vez el servicio meteorológico nacional debe tener razón, llevo más de tres horas esperando tomar mi vuelo que se anuncia con retraso. El café, el rediseño del blog y las palabras que escribo hacen agradable la espera. Me siento satisfecho con el resultado y pienso que aproveche de buena manera el tiempo. Finalmente abordamos y llego a la fila de mi asiento que es el 14F. Cena en el vuelo y algo de lectura. A nuestro arribo, con toda seguridad, una ciudad de México inundada. Cómo sea, nos vemos en casa.


GBo







4 comentarios:

  1. Woo. Vaya historia con BJ y lo mejor es
    que tiene continuación...
    Fila 3 asientos 1 y 2 Mex. D.F.!!! :-P

    Que maravilla de fotos!!

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  2. De puta madre los boletos eh!!!

    Ya verás que noche de Rock and Roll!!!

    Nos vemos en septiembre en el Foro Sol.

    La flaca no viene con nosotros?

    PS. Tengo 2 tickets más en fila 3, alguién se apunta?

    GBo

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  3. Jaja si claro que va la flaka.
    Su peor es nada y la gordis tmb!
    Tu y yo !

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  4. Y no podría ser sin novio?

    Ya sé!

    Le damos mis dos boletos a su novio y luego que nos cuente cómo le fue?

    Jejeje...

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