Fake Over

“Odio la realidad; pero es el único sitio donde se puede comer un buen filete”

Woody Allen

Si la otra vez jugaba al Guitar Hero fue por los ojos -y tantas cosas más- de Geraldine -la vecina del 27- y no porque en verdad me interese estar parado frente a un televisor engañándome con notas de botón.

Geraldine es -sobra decirlo- una chica hermosa y por lo tanto aburridísima. Tiene un montón de pretendientes enviándole flores a su puerta y llamándola a toda hora al celular. Creo que Geraldine vive más en el universo Facebook & Twitter que en el apartamento 27 de nuestro edificio.

Por suerte soy vecino de Geraldine cada medio año. También es una suerte que la puerta de su casa quede justo frente a la mía. No hay ocasión en que no me este llamando para contarme de uno u otro chico; o para invitarme a patinar; o para convidarme fruitcake con helado de fresa que tanto nos gusta.

Lo malo es cuando le da por jugar al Guitar Hero o ponerse a ver sus pelis de romance que son más cursis que una caja de chocolates en pleno catorce de febrero. Yo me aburro mucho en esos momentos.

De no ser por los brincos, besos y abrazos que me da cada vez que me derrota en el videojuego yo no me dejaría ganar. Nunca me ha gustado perder, pero sus besos son un buen ejemplo de que -en ocasiones- perdiendo se está mejor.

Luego; con la otra mitad del año, llega la hora de emprender el vuelo y cambiar de cielos. Geraldine y yo nos despedimos, patinamos por última vez y compartiendo el último café nos abrazamos y prometemos escribirnos todos los días.

Mientras hago maletas pienso que el siguiente verano no será lo mismo. No habrá más guitarras de juguete. Me dicen que las están quemando todas en el fondo de un volcán. Estoy seguro que con guitarras de seis cuerdas Geraldine no se emocionará, ni me besará, ni me ganará, ni me abrazará más. Todos tenemos que crecer y aceptar la verdad.

¡Ah, la realidad! Siempre le da por imponerse...

Pienso también que un día el volcán mostrará su indignación y nos vomitará esa basura; poniendo todo en su lugar. Porque -dicen los más sabios- todo en este mundo tiene un lugar.

GBo