Su huella no pisará más los jardines. Su fuerza se extrañará. Su miedo al agua hoy se disipa entre luces…
Mis brazos lo cargaron en su edad primera; mis manos lo sostuvieron en la edad adulta cuando un paso era algo difícil de lograr.
Carlitos fue el único convencido de que él sabía pronunciar mi nombre. Para los dos era muy claro, lo escuchábamos con atención y luego sorprendidos nos mirábamos a los ojos y exclamábamos: “es cierto; dijo Gabriel, dijo Gabriel…”
Mi perro era un chico peludo y golondrino. Mi perro era un lobo en la lealtad; un gatito en la calma y un niño en la alegría. A mi perro y a mí nos gustaba el toreo y disfrutábamos tirándonos en el jardín a mirar pasar las nubes. Mi perro era mi perro. Otros hubo, otros vendrán; pero Leipzig existió sólo para mí. Desde el momento en que nos conocimos -y hasta la tarde de ayer- existió firme el lazo de la amistad, de la lealtad, del respeto.
Bellos momentos de antaño prevalecerán. Por ellos agradezco, por ellos escribo, por ellos pronuncio tu nombre y digo: “Adiós, amigo Leipzig”
Buen viaje y hasta entonces…
GBo
Ayyy mi Gabo que mala onda que se murió tu perrito, cuantas pérdidas dolorosas hemos tenido este año, ahora sí ya quiero que se acabe!!!, lo bueno es que ya solo nos quedan 3 meses. Un fuerte abrazo y un beso con afecto,
ResponderEliminarPollo, aunque era algo que ya veias venir, jamás dejara de sentirse dolor ante la perdida de un amigo, pero sabes, (que te propongo que nos tomemos unos tequilitas, bueno unos cafecitos para que podamos hacer un recuento de lo que hemos vivido este año, que en verdad nos ha traido de todo y lo que falta no piensas igual?). un fuerte abrazo y ya sabes siempre de tu mano!!!
ResponderEliminar:O
ResponderEliminaruuf que triste, de verdad que la perdida de una mascota es lo mismo que de una persona querida...
creo que los animales aveces son mas cercanos a nosotros que un simple amigo de nuestra especie ¬¬...
bonito nombre el que tenia y hermosa raza...
): mi mas sentido pesame...