mayo 03, 2010

Con Júbilo


Para Milagros, con afecto

Firmaba mi ejemplar de Júbilo por el año ’99. No es que Alejandro sea mi poeta ocasional ni del recuerdo: lo es de todos los días. Sus libros comparten la pieza con García Lorca, Virgilio, Sabines… Sí, con esos grandes poetas. Es decir, los de su talla.

Para mí es un poeta cinco estrellas porque además llegue a estimar su persona y logró embrujarme con su voz. Yo no cruce palabra alguna con Lorca, pero lo hice con Aura y eso fue un destino hermoso para mi encuentro con la poesía. Nuestro gran poeta, Aura. Quién no lo sepa el tiempo se lo dirá…

Me gustan los poetas por lo que cuentan; lo que les pasa a ellos nos pasa a todos. Sólo que ellos lo cuentan, lo escriben, lo disfrutan, lo sufren…

Con Alejandro Aura fueron sus palabras, su español de un México que muere cada día más, la maravillosa tesitura de su voz, su Savoir faire: igual te saludaba con la mano izquierda que con la derecha ¡Un poeta en verdad!

Ese México era el de los mercados, la calle, los vecinos, las moscas, el mar, los árboles, las flores, si todas las flores...

Sus blancos cabellos, el movimiento de sus manos y el timbre de su voz eran poesía en sí. Siempre me quedaré con ganas de compartir noches enteras con él hablando de poesía y boleros. Destapando un mezcal y fumando un habano; ocurre que yo no tenía edad. Ahora no tengo edad ni tengo nada…

Y bien, esto porque hoy tropecé con un libro que Alejandro alguna vez me obsequió y al abrirlo salta a mis manos un poema llamado “Un tipo inquieto”

Se los quiero compartir, ahora que ando algo “inquieto”


¿La poesía se busca o es ella quién nos encuentra?

¿Y qué decir de la poeta?

GBo

Un tipo Inquieto
Alejandro Aura

Yo me compraría todos los días un coche,
una bicicleta, una moto
y unos patines con motor;
empezaría diario como si no tuviera nada
y lo quisiera todo,
iría diario a todas partes
en mi vehículo flamante
alternando modelos clásicos antiguos
con las más audaces innovaciones del diseño.

Ah, qué bien me vería con el pelo al viento
y ondeando la tela de mi camisa.

2 comentarios:

  1. HABLANDO DE INQUIETUD!! ESTE ME GUSTA
    LA INQUIETUD DEL ROSAL

    El rosal en su inquieto modo de florecer
    va quemando la savia que alimenta su ser.
    ¡Fijaos en las rosas que caen del rosal:
    Tantas son que la planta morirá de este mal!
    El rosal no es adulto y su vida impaciente
    se consume al dar flores precipitadamente.

    ALFONSINA STORNI!!!

    sigue con ese Júbilo mi querido amigo y disfruta de tu momento de gloria!!!!

    SYB.

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  2. Tenía pendiente pasar por aquí y qué maravilla me encuentro, gracias por la semblanza del poeta, por compatir los recuerdos, por poner los ojos en ese poema y hacer que nosotros los pongamos.

    Saludos, estos desde Madrid, Milagros..

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